Como afirmó en algún momento el filósofo Ludwig Wittgenstein, la filosofía no es una teoría o una doctrina, sino más bien una actividad. Es una actividad de creación y clarificación de pensamientos, y de crítica del lenguaje con el que éstos se elaboran. Pensar filosófico, se podría entonces sugerir, es la actividad de hacer camino al andar. El que viaja de alguna manera sabe que no hay mejor paisaje que el que queda atrás, quizás porque su impulso primordial está en la libertad, la curiosidad, el espíritu crítico y el sentido cosmopolita de su existencia.
En este segundo apunte sobre el Pensar filosófico, se proponen algunos criterios que pueden guiar tu práctica en esta herramienta fundamental. Igualmente, encontrarás en este apunte algunos desaprendedores y aprendedores; los primeros son reflexiones que cuestionan aspectos diversos del pensar filosófico. Por su parte, los aprendedores son pensamientos expresados, principalmente por filósofos, sobre esta misma práctica. Concluiremos invitándote a realizar un segundo proyecto para mejorar en tu reflexión y uso de esta herramienta clave.
