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A partir de sus raíces etimológicas y evolución a través del tiempo, la palabra organización llega a nosotros definida como un arreglo o disposición de un conjunto de partes interdependientes, que forman un todo integrado, separable de otros. El organismo humano, un huerto en una zona rural, un árbol o el sistema solar al que pertenece el planeta Tierra, son ejemplos de esos conjuntos integrados de partes, funciones y procesos.
En este segundo apunte identificaremos algunos criterios que ayudarán a orientar tu práctica en esta importante herramienta.
Añadiremos a los criterios algunos desaprendedores y aprendedores. Los primeros se refieren a planteamientos que escuchamos o leemos sobre este tema y que posiblemente es necesario cuestionar. Por su parte, los aprendedores son reflexiones de personas con experiencia directa en temas relativos a esta herramienta.
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